El uso del Big Data se ha vuelto frecuente por las compañías estos últimos años. Sin duda se han vuelto clave en los negocios y está otorgando resultados y beneficios notables, incorporando esta tecnología en sus distintas áreas de negocio.
Las principales empresas van a la vanguardia en este sentido, utilizando el Big Data en sus proyectos para tender nuevas vías que los ayuden a reducir costos, tiempos y a mejorar la eficiencia de los procesos, pero, fundamentalmente, en mejor la experiencia con el usuario y así brindarle productos y servicios más ajustados a sus necesidades.
Lo cierto es que la adaptación de las empresas no es todo lo rápido que se desearía; aplicarlo requiere de la modernización de la tecnología y de la infraestructura digital, lo cual ha relentizado el proceso. Sin embargo, el 71% de las empresas a nivel global apuestan por el Big Data y confían en que se acelerará en los próximos años. De hecho, ahora mismo, un 52% de las empresas están aprovechando el potencial del análisis de datos predictivos en sus procesos operativos clave. Por lo que el nivel de implantación de estrategias Big Data está siendo cada año más alto.
Esta tecnología se combina muy bien con la IA, que se ha transformado en el vehículo perfecto para explotar las fuentes masivas de información. La visibilidad que están teniendo los buenos resultados del uso de la Inteligencia Artificial por parte de las empresas que están más a la vanguardia en este aspecto ha provocado que el resto de las empresas estén acelerando sus planes de adopción. Aunque se está descubriendo que no es fácil alcanzar buenos resultados con esta tecnología.
¿Por qué se ha dificultado tanto este proceso? Pues porque enfocarse en este tipo de proyectos requiere sistematizar todo un cambio en la forma en la que se trabajaba, que está siendo asimilada lentamente por los diferentes equipos. La aplicación y el entendimiento de estas operaciones requieren, además, de labores multidisciplinares y, por otro lado, de cambios estructurales en los organigramas, que en muchos casos no se han alcanzo todavía.
Dar el paso al siguiente nivel de aprovechamientos de estas nuevas tecnologías, las empresas consideran que el fuerte de sus inversiones estará en llevar sus sistemas a la Nube. El Cloud Computing es una infraestructura tecnológica que adecua las soluciones de Inteligencia Artificial que se hacen inviables, ya que la rapidez en la actualización de los sistemas, así como en la capacidad de integración de todas las fuentes de datos disponibles, obligan a un nivel tecnológico muy maduro. Un 73% de las empresas ya ha adoptado la tecnología Cloud, y son las que mejores resultados y mayores beneficios están declarando del uso del Big Data. Lo que se cree es que 9 de cada 10 empresas tendrán alguna parte de sus aplicaciones o infraestructuras en la nube para 2019, y el resto espera seguir para 2021.
Lo cierto es que para lograr poner en marcha todas estas tecnologías es necesario una buena gestión de los inminentes cambios. Saber adaptarse y ganar rápida experiencia en todos los procesos de transformación que implican el traspaso de estas barreras, son la clave del éxito. Es claro que no será fácil, ha sido un largo camino el recorrido hasta aquí y la adecuación a una nueva forma radicará en el trabajo que realicen los agentes de cambio.
Fuente: OBS Business School
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