En nuestra cotidianidad solemos tener comportamientos que pueden llegar a ser violentos para algunas personas. Las microagresiones son un recordatorio de que muchos aún no respetan las identidades LGBTQ+ o desconocen cómo actuar correctamente para no irrespetarlas. Por eso, a continuación, listamos seis comportamientos que debes evitar reproducir en tu cotidianidad:

  1. Asumir el género y pronombre de una persona solo por su aspecto: si tu deseo es deconstruirte y hacer el mayor esfuerzo para que las personas LGBTIQ+ se sientan cómodas, no asumas que ciertas características físicas les hacen pertenecer a un género determinado. Pregunta por qué pronombre prefieren ser llamadas. 
  2. Utilizar la palabra gay como un insulto: esta es una práctica muy común entre los hombres, quienes suelen decirse “gays” de forma despectiva para referirse a alguien débil o cobarde. Este comportamiento puede parecer inofensivo y está bastante normalizado en nuestras prácticas, pero contribuye a reproducir estereotipos errados y una noción negativa sobre ser homosexual. ¡Recuerda que requiere mucha valentía ser gay en una sociedad heteronormativa!
  3. “Es que no parece homo, bi o trans”: no hay una sola forma de vivir la identidad de género y decirle a alguien que no parece quien es, solo porque su expresión de identidad no concuerda con tus estereotipos, puede ser irrespetuoso. 
  4. Hablar única o constantemente sobre las personas o las celebridades homo, bi o trans que conoces con las personas LBTIQ+: puede sonar obvio, pero las personas LGBTIQ+ tienen intereses y gustos que van más allá de su identidad sexual y de género. Por este motivo, hacer referencias constantes a este tema puede demostrar una falta de interés por conocer a una persona más allá de su género o preferencia sexual. 
  5. “Él es gay pero aún no lo acepta”: decir que tal vez la persona es homosexual o heterosexual pero aún un no lo acepta es una frase que escuchan mucho las personas bisexuales y puede llegar a ser bifóbica, puesto que denota un desconocimiento voluntario de la existencia de su sexualidad. 
  6. Hacer preguntas médicas invasivas sobre sus genitales, sus transiciones o sus tratamientos hormonales: Esto podría llegar a ser altamente inapropiado. Las transiciones hacen parte de la intimidad y el hecho de que alguien tenga una operación no lo hace más perteneciente al género que eligió. Este comportamiento podría llegar a ser considerado incluso acoso sexual. Recuerda que realizarse tratamientos y procedimientos es una elección que depende únicamente de cada individuo. 

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