Juan José Sánchez Correa, estudiante de noveno semestre del Programa de Ingeniería Electrónica, fue uno de los jóvenes seleccionados por el Sakura Exchange Program y ganó su participación para una pasantía de ocho días en Japón; el premio constaba de todos los gastos de transporte, alimentación, hospedaje y movilización dentro del país. A continuación Juan José nos relata apartes de su experiencia:
“Partimos el viernes 8 de diciembre a las 3:00 p.m. y aterrizamos en Japón el lunes 10 de diciembre a las 10:00 a.m. Un viaje que duró aproximadamente 24 horas, más de cuatro horas hasta Ciudad de México, donde hicimos una escala de cinco horas; luego fueron 15 horas hasta el aeropuerto de Narita que queda aproximadamente a una hora de Tokio. Estando aun en el aeropuerto pude percibir la diferencia de la cultura de Japón, más allá del idioma y los rasgos físicos, se notaba la organización, el respeto y la cultura que tienen las personas en ese país.
Durante todo el viaje estuvimos maravillados con esta cultura. Cosas tan simples como el abordaje al metro, siempre dejaban salir hasta la ultima persona antes de entrar, un completo espectáculo. Una vez allá tuvimos una agenda semi apretada, martes y miércoles teníamos la oportunidad de realizar prácticas en el laboratorio de robótica en la universidad de Saitama, con la asesoría de dos profesores y cuatro estudiantes, tres de ellos provenientes de Bangladesh. El jueves visitamos los laboratorios de física y química de esta misma universidad y exploramos un poco acerca de la vida de algunos estudiantes de maestría y doctorado.
El viernes visitamos dos empresas, una de ellas fue NEC, la cual se encarga, en gran parte, de implementar diversos sistemas de reconocimiento biométrico en diferentes países. Esta empresa nos permitió también subir hasta el cuarto de conferencias mas importante del edificio ubicado en el PH de la torre, piso 43, allí obtuvimos una vista impresionante de gran parte de la ciudad. Todos los días experimentábamos, comíamos e íbamos a lugares nuevos y uno de los más impresionantes fue el museo de tecnología MORI Building, un espectáculo completo.
De las cosas que me quedan como enseñanza de este viaje es: Todo esfuerzo tiene su recompensa y el hecho de que la cultura de las personas de Japón considero que debe ser un modelo para seguir; una sociedad en la que no se ve la indigencia, donde cada persona piensa en lo mejor para si y para los otros, una sociedad de calles limpias y sin cestos de basura en las esquinas, en resumen, una cultura impresionante.
Este fue mi primer viaje fuera del país y cuando hablo de que el esfuerzo trae su recompensa me refiero a que pude ganar esta convocatoria gracias al nivel de compromiso que he tenido durante mi carrera y que he podido mantener en 4,36. Mi único gasto en toda esta increíble aventura fue con el proceso para sacar el pasaporte”.
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