Seguramente más de uno se ha preguntado, ¿en qué consiste un equipo de alto rendimiento empresarial y cuáles son sus características más importantes? A continuación, mediante la siguiente exposición, lo entenderás y además conocerás otros elementos relacionados con el emocionante mundo de estos grupos de trabajo. ¡Síguenos!

Conjunto de alta productividad en una empresa

Un equipo de alto rendimiento es un grupo de personas que trabaja conjuntamente y coordinadamente para conseguir unas finalidades empresariales concretas.

Cada persona del equipo tiene unas funciones específficas, aunque la manera de trabajar es multifuncional. Esto quiere decir que la labor se realiza de manera complementaria e integradora, donde la responsabilidad y la colaboración juegan un rol imprescindible en la búsqueda de la finalidad común.

Son grupos autodirigidos y totalmente sensibilizados. De hecho, asumen de forma colectiva tanto los éxitos como los fracasos. Y por si fuera poco, el trabajo se hace en un contexto de confianza y empatía que, indudablemente, ayuda a conseguir los hitos propuestos.

Características

Este eficiente método de trabajo tiene unas particularidades comunes que accede a identificarlo como equipo de alto desempeño. Las más importantes son:

Alto grado de independencia

Todos los integrantes tienen suficiente margen para escoger tanto los planes de trabajo como los utensilios necesarios para conseguir las finalidades de la empresa.

Esto incrementa la motivación y la implicación de cada persona que forma parte del equipo, ya que les da responsabilidades que les hacen sentirse relevantes e imprescindibles.

Identificación y compromiso

El grupo asume los principios y valores de la empresa, los asume como suyos y se implica en la consecución de las finalidades establecidas. El enlace entre la empresa y los trabajadores, como se verá posteriormente, debe ir más allá (únicamente) de la relación profesional.

Información

Existe un libre y constante intercambio de información entre todos los componentes del equipo. No hay secretos ni información oculta entre ellos. La visión multifuncional del grupo hace que la colaboración y la retroalimentación sea clave para obtener los resultados.

Organización alrededor de los procesos

Todas las ocupaciones a realizar son identificables y tienen un marco temporal definido, lo que ayuda a detectar los problemas y a tratarlos adecuadamente.

Búsqueda de la sublimidad

Siempre se busca el resultado inmejorable, no únicamente a nivel laboral o profesional, sino también a nivel social y personal. El cariño, el aprecio y la confianza entre todos los trabajadores debe verse acentuado progresivamente a medida que el equipo actúa y se desenvuelve.

Innovación y progreso

Hay que escapar de los modelos y sistemas tradicionales, ya que pueden llevar a la monotonía y la desmotivación laboral. El trueque libre de ideas, por ejemplo, puede llevar a mejorar diversos trabajos y proyectos.

Es necesario cambiar los prototipos clásicos en busca de opciones que sean más ágiles, eficaces y convenientes.

Beneficios de los equipos de alto rendimiento

Al trabajar formando un equipo de alto rendimiento se consiguen una serie de beneficios que se ven reflejados positivamente, tanto por lo que se refiere a la empresa como a los integrantes del grupo de trabajo.

En primer lugar hay que poner de relieve el hecho de que permite conseguir resultados de mayor índole, lo que incrementa el reconocimiento de la empresa y también su potencial económico.

Por otro lado, también cabe destacar que los grupos de trabajo de alto rendimiento implican cohesión e incrementan el compañerismo, dejando de lado semblantes competitivos y conflictos personales. Esto ayuda a sus miembros a conocerse mejor y a desarrollarse como equipo.

Finalmente, pero también muy importante, motiva elementos tan capitales como la seguridad, el autoconcepto, la autoestima y la seguridad personal. Todos estos conceptos se consideran actualmente definitivos, no únicamente en el entorno laboral, sino también en el ámbito psicosocial y familiar.

Cómo formar un equipo de alto rendimiento

Para crear y desarrollar de forma correcta un grupo de trabajo de alto nivel se precisan diversos factores que, trabajando conjuntamente, conseguirán reforzar los lazos de unión y conseguir los objetivos.

Uno de los más capitales habla de la relación de los trabajadores con sus superiores. Hay que olvidar conceptos como subordinados o trabajadores para promover una visión más global de la empresa. Es aquí donde entra en escenario el papel del líder. La intervención de este puede señalar el éxito o el fracaso de todo el equipo de alto rendimiento.

Destrezas del líder

Hay multitud de estudios interesados en conocer cómo debe actuar el líder perfecto. Entre ellos destacan los citados al neuroliderazgo.

El neuroliderazgo es un sector de la neurociencia dedicado a investigar el funcionamiento cerebral de los líderes para, de esta manera, marcar normas de actuación que aumenten el rendimiento laboral y la complacencia personal de los trabajadores.

Según estte prototipo, un líder deberá tener en cuenta estos 5 elementos:

Estatus social

Ocasionalmente el dinero (aunque no lo parezca) no es lo más importante. Otros conceptos como el aprecio, el reconocimiento o simplemente el respeto pueden ser mucho más poderosos.

Es por esta razón que los líderes deben buscar otra clase de alicientes diferentes a los tradicionales como, por ejemplo, el agradecimiento público.

Seguridad

El líder tiene que crear un contexto de trabajo confortable y de confianza que de seguridad. Está comprobado que el cerebro necesita sentirse mimado para no entrar en un estado de precaución que podría derivar en agobio.

Se deben evitar cambios en las categorías laborales, o en las informaciones contradictorias, ya que podrían aumentar la inseguridad y dañar el resultado final.

Autonomía

Un buen jefe debe dar autonomía y responsabilidad a todos los trabajadores que estén a su cargo, evitando normas severas y sanciones. Horarios elásticos y posibilidad de elección de aspiraciones son dos buenos caminos para promover la independencia del trabajador.

Socialización

A todas las personas les gusta formar parte de un grupo. Sentirse parte de la idea. Crece la confianza y el bienestar personal. El dirigente puede solidificar esta característica escuchando a su equipo, conociendo sus carencias y preocupándose por solucionarlas. También puede crear un  clima de ocio dentro de la empresa donde se promuevan las relaciones entre personas.

Justicia

Esta hipótesis, al igual que en la mayoría de los ámbitos de la vida, es clave en un equipo de alto rendimiento. Inmoralidades como la discriminación laboral o las brechas salariales arrastran un clima de sospecha e incertidumbre que el líder debe evitar sí o sí.

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