¿En qué consisten las terapias familiares?

La terapia familiar es un tipo de terapia diseñada y orientada a atender a todos los miembros de una misma familia. En el artículo que hemos preparado a continuación, enmarcado en nuestra Maestría en Psicología Holística, profundizaremos en esta forma de tratamiento, explicaremos los casos en los que aplica y sus beneficios.

Primero: ¿Qué es exactamente una terapia familiar?

Como su nombre lo explica, es una dinámica liderada por un especialista que se centra en la atención colectiva de miembros de una misma familia. El objetivo principal es poder otorgar las herramientas necesarias para entenderse de manera efectiva y poder dar soluciones a conflictos, problemas o temas comunes.

La terapia familiar entiende a la familia como el lugar afectivo y emocional donde cada ser humano se forma para interactuar con el resto de la sociedad. La familia es el primer modelo de aprendizaje de conductas, así como el lugar de formación emocional y racional de cada individuo. Sin duda, juega un papel fundamental en el desarrollo general de los seres humanos.

Problemas que se pueden resolver en terapias familiares

Al ser un tipo de terapia colectiva, los problemas en los que se centra afectan a dos o más personas. Algunos de los conflictos que se pueden tratar en el consultorio (y algunos de los más comunes también) son:

Crisis familiares

Existen diferentes motivos por los cuales pueden nacer y agravarse conflictos familiares, desde desacuerdos relacionados a los hijos o a su independencia, como duelos, muertes y herencia. Las crisis familiares pueden dificultar la toma de decisiones prácticas y sobre todo, dañar de forma definitiva la relación de los miembros de la familia.

Crisis de pareja

La terapia en pareja es uno de los servicios más solicitados en las prácticas de los terapeutas familiares. La resolución de conflictos en parejas que llevan mucho tiempo juntas puede ser complicado sin asistencia por muchos motivos (falta de comunicación, la monotonía o infidelidades), por lo que un terapeuta familiar puede servir de mediador.

Trastornos de conducta de alguno de los miembros

Cuando uno de los hijos o uno de los padres sufre trastornos de comportamiento o enfermedades graves, es posible y lógico que el resto de miembros de la familia busque ayuda para sobrellevarlo. Cuando esto ocurre con los hijos, es posible que tanto el padre como la madre actúen como coterapeutas que permitan obtener los objetivos que se ha trazado el terapeuta.

Adicciones fuertes de alguno de los miembros

Las adicciones a las drogas y/los trastornos psicológicos pesan a la hora de cumplir el rol familiar que le pertenece a cada miembro y puede dificultar la dinámica familiar. En estos casos, la familia del o los miembros que la sufren también puede actuar activamente dentro del proceso de terapia, sobre todo en lo que respecta a mantenerlo alejado de estímulos que le hagan reincidir en el consumo.

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