Gimnasia pasiva: fortalece los músculos y evita la flacidez

Dentro de las novedades para fortalecer el cuerpo sin hacer mucho ejercicio está la gimnasia pasiva. Dicho método se lleva a cabo mediante electrodos y no genera molestias. Precisamente por esto, cada vez hay más personas que lo integran a su rutina de entrenamiento para estimular sus músculos.

A continuación te contamos las ventajas de este tipo de deporte tanto en hombres como en mujeres y cómo funciona realmente. 

¿En qué consiste la gimnasia pasiva?

La gimnasia pasiva es un sistema utilizado en medicina que funciona a través de la electroestimulación. Esto quiere decir que genera impulsos eléctricos, mediante electrodos conductivos, que inciden directamente en la musculatura. De esta forma, se calca la señal que manda el cerebro para que se agiten los músculos. En este aspecto, el impulso se transforma en contracción, vigoriza el tejido y suprime los líquidos retenidos en él.

Esta forma para trabajar el organismo, además de ser inofensiva, finge cierto trabajo que se hace al entrenar. También existe una máquina que utiliza el mismo sistema para movilizar las articulaciones, pero con fines terapéuticos.

Habitualmente, los expertos aconsejan hacer ese tipo de gimnasia en contextos muy concretos. Por ejemplo, si no se dispone del tiempo suficiente, cuando se está enfermo o en movilidad reducida por lesiones. Se hace así para asistir a evitar la disminución de la masa muscular, en casos que la pérdida no sea tan grande. También, puede ser un extra para todas las personas que hacen alguna actividad deportiva durante la semana. De esta manera, durante el fin de semana se podrá descansar, pero se seguirán alentando los músculos. Así se podrá seguir entrenando desde casa, pero no de forma exigente y dura como los otros días.

¿En qué lugares se aplica este sistema?

Cada sesión de estimulación dura de 30 a 45 minutos y se aplica en distintas zonas. Entre ellas pueden ser los glúteos, caderas, estómago, piernas y brazos. Después de que cada parte reciba las contracciones por un tiempo, es cuando se da la tonificación y reafirmación muscular. Así, actúa (a la vez) de manera completa en el tejido que se espolea.

Realmente, se aplica en estas zonas porque son los lugares donde más se precisa fortalecer el músculo. También, es donde más se busca definir el tono e incrementar la elasticidad de la piel. Sin embargo, son las partes de mayor flacidez y las que más se trabajan en etapas de adelgazamiento. Tanto para suprimir la celulitis, como para drenar la parte linfática facial y corporal.

Ventajas de practicar gimnasia pasivamente

Hacer gimnasia pasiva comporta diversas ventajas, tanto para deportistas como para gente que precisa terapia. A continuación, te explicamos algunos de los beneficios que conlleva este tipo de ejercicio:

• Aumenta el tono muscular, quema la grasa y disminuye la flacidez. Por este argumento, es aconsejable como tratamiento postparto al ser un estímulo tónico e incrementar la consistencia.
• La incitación muscular sirve para restituir zonas inactivas. Es decir, agita los músculos y evita que se atrofien después de estar parados por mucho tiempo.
• Incrementa y beneficia la circulación sanguínea y linfática.
• Evita reumas, ya que tiene efectos antiinflamatorios. Además, evita la rigidez de ligamentos y la falta de flexibilidad en los músculos.
• Reduce los dolores musculares, disminuye la sensación de piernas pesadas, ayuda a evitar los calambres y produce masajes de relajación.

¿Implica algún riesgo hacerla?

Es necesario saber que no todos los electroestimuladores son parecidos, ni cumplen sus roles por igual. Lo que se modifica es el tipo de onda, su duración, su amplitud y su reiteración. Todo eso influirá al momento de obtener resultados positivos y preservar la seguridad del paciente. Por lo tanto, hay aparatos que tienen la finalidad de incrementar la forma física y otros que buscan mejorar el estado de salud o la estética.

Los equipos no son inalcanzables económicamente hablando, lo difícil es poner los electrodos por uno mismo. Hay que saber supervisar el tipo de frecuencia según lo que se precise mejorar. También hay que conocer el tipo de producto que complementará el uso de la máquina para que sea totalmente aprovechable. Es imprescindible saber que las personas que usan marcapasos, o tienen tumores y metástasis, no pueden hacer el tratamiento. Lo mismo sucede con personas embarazadas, que no pueden colocar los electrodos en la zona del abdomen.

Se puede afirmar que la gimnasia pasiva aparece como una alternativa cómoda al entrenamiento físico. Pero, también, como complemento a una dieta armónica y a la ejecución de ejercicio físico de manera constante. De esta manera se cumple la finalidad y la efectividad. No hay que olvidar que, realizar únicamente este tipo de actividad sin ser equilibrado por lo que respecta a la alimentación, no transformará nada. Esto es así porque la gimnasia pasiva consume calorías de manera muy baja y, aunque tonifica con intensidad, no es suficiente. No obstante, su aplicación sigue siendo responsabilidad de los entendidos.

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