Independencia tecnológica en el diseño circular

La llegada de la economía circular propone retos para varias disciplinas creativas y por ende se propone el concepto de diseño circular. El desarrollo tecno-científico de los últimos años, junto con la democratización de la tecnología, ha llevado a los diseñadores a acercarse al mundo de los materiales y los procesos productivos a través de la investigación y la experimentación directa. Además, el fenómeno de la fertilización cruzada, que es la hibridación del conocimiento y la intersección de habilidades que también pertenecen a otros campos disciplinarios, ha contribuido a la generación de asociaciones sin precedentes entre materiales y tecnologías. Este fenómeno está dando las herramientas a los diseñadores para proponer escenarios concretos y viables en la economía circular. Las prácticas de autoproducción o Do-It-Yourself se han extendido de los productos hacia los materiales; en este sentido, hablamos de Materiales y Procesos DIY y, por lo tanto, de materiales que se alejan de los procesos industriales y que se hacen a través de procesos más autónomos, con independencia tecnológica, con un lenguaje estético alternativo y con una carga ética y sostenible superior. Lo que nos interesa resaltar, es el surgimiento de este emocionante fenómeno, que introduce una nueva dimensión en la relación entre diseñadores, tecnologías, procesos de producción y materiales para potenciar economías locales y por ende más sociales y circulares. Es fundamental para las áreas creativas afrontar estos nuevos paradigmas operativos que permiten un enfoque alternativo de la cultura del proyecto de diseño, en diferentes escalas que van desde la arquitectura hasta el producto industrial. Este enfoque centra en la colaboración e interacción de diferentes habilidades disciplinarias y configura una nueva cultura material que optimiza el rendimiento y los sistemas en una perspectiva sostenible y circular.