Equidad de género: un nuevo programa de formación

El mundo contemporáneo reclama, entre varias cuestiones importantes, mayor equidad de género. Es decir, que hombres y mujeres tengan el mismo acceso a distintas oportunidades en los diversos campos en los que hacen vida. Uno de ellos es el área laboral, en la que existe un techo de cristal que limita, en diversos sectores, el crecimiento profesional de las mujeres.

Con base en esto, y procurando que la situación pueda cambiar de forma progresiva, la Universidad Nebrija puso en marcha el Programa de Desarrollo para la Dirección para la Mujer Ingeniera y Directiva. El principal objetivo de este plan es contribuir a que las mujeres ingenieras puedan terminar su carrera antes para que pueda opositar a distintos puestos directivos.

Esta iniciativa es respaldada por la Fundación Talgo, entidad que se compromete a participar de forma activa en dos clases magistrales y a conceder dos becas a ingenieras de la plantilla de Talgo. A través de este tipo de propuestas, la meta es incentivar la formación en el campo y aportar herramientas útiles en relación con las necesidades del presente.

El Programa de Desarrollo para la Dirección para la Mujer Ingeniera y Directiva está dirigido a 25 ingenieras provenientes de distintas empresas. La metodología del plan se divide en cuatro módulos que serán cubiertos de forma académica desde abril y hasta octubre. Esos módulos son:

• Excelencia en la gestión operativa
• Skills for the future: digital & leadership skills
• Best practices
• Clases magistrales impartidas por distintas mujeres que son referencia dentro de sus áreas de trabajo.

A través de estas sesiones se ofrecerá un total de 284 horas presenciales, con asesorías virtuales y coaching para las participantes.

Este tipo de propuestas son parte de la filosofía de la Fundación Talgo, que desde hace siete años viene realizando un trabajo constante orientado a fortalecer el conocimiento y la calidad de los recursos profesionales de diversos profesionales. A través de esta política institucional el objetivo es incentivar la integración social y cultural, así como la equidad de género.

En palabras de Gabriel Novela, quien es la directora gerente de la Fundación Talgo, “es necesario que sigamos innovando y buscando aquellos proyectos que nos ayuden a ser mejores como personas y como profesionales”. A esto agregó que “siempre se puede mejorar y lo mejor para ello es hacerlo con aquellas organizaciones e instituciones que nos ayuden a alcanzar nuestro compromiso con la sociedad que en este caso se trata alcanzar una plena igualdad de género mediante una educación de calidad”.

Por su parte, Ana Álvarez, quien es la directora de Innovación y Producto de la Universidad Nebrija, se está produciendo una “una revolución tecnológica basada en la transición hacia sistemas construidos sobre infraestructuras digitales. Esto está modificando la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos entre nosotros y con el trabajo”.

En ese sentido, Álvarez considera que “la ingeniera tiene una mejor formación de base para asumir puestos de dirección en el actual entorno digital y tecnológico, pero necesita complementar su formación con conocimientos de gestión y reforzando competencias directivas como la autoconfianza, el liderazgo, la marca personal, la oratoria. Es decir, se trata de potenciar todas aquellas habilidades que la ayudarán a ser visible dentro de su organización. De ahí la importancia de contar con aceleradores de este tipo”.

Se estima que, en la actualidad, el 54% de los estudiantes universitarios en Colombia son mujeres. Sin embargo, solo el 25% de quienes están matriculados en grados de Ingeniería y Arquitectura son mujeres. Los datos, extraídos del Instituto de la Mujer, sugieren parte de un escenario más completo. En contraste, de acuerdo con la Comisión Nacional del Mercado de Valores, en España solo hay un 30% de mujeres consejeras y un 16% ocupa puestos directivos.

Por eso el Programa de Desarrollo para la Dirección para la Mujer Ingeniera y Directiva tiene como metas:

1. Simplificar la adquisición y desarrollo de competencias y habilidades directivas que puedan ser utilizadas de manera práctica. A través de esto se podrá unificar las necesidades de las organizaciones con diagnósticos y soluciones adecuadas según los intereses.
2. Fomentar el crecimiento personal y profesional, a través del trabajo en equipo, el intercambio de experiencias y programas orientados a incrementar la confianza de las participantes.
3. Reconocer las claves que ofrece el mercado en cuanto a tecnología y la evolución de distintos negocios.
4. Construir una red de contacto con mujeres en puestos directivos o cercanos a ellos, para fomentar el intercambio de experiencias y enriquecer las perspectivas dentro del campo.
5. Desmitificar aspectos como la limitación en el ámbito familiar, por ejemplo. En la actualidad es posible conciliar y compatibilizar con un rol directivo.

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