Ictus: causas y síntomas

Ictus, accidente cerebro-vascular, embolia o trombosis son los diferentes nombres que posee esta misma enfermedad. Un ictus se produce cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre con dirección al cerebro se rompe o se tapa por culpa de un coágulo. Esta obstrucción en el cerebro provoca falta de flujo de sangre, oxígeno y glucosa, por lo tanto, el resultado de esto ocasiona que las células nerviosas paren de funcionar o mueran.

Si tienes curiosidad por aprender más sobre el tema, sigue leyendo. 

Razones por las que se origina un ictus

Según Carlos Molina, neurólogo y jefe de la Unidad de Ictus y Hemodinámica Cerebral del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, explica que, se dice que es un síndrome, ya que esta enfermedad es ocasionada por diferentes aspectos, algunos incontrolables como la genética, el sexo o la edad. Una de las causas más frecuentes es la cardioembólica, que es la oclusión ocasionada por un trombo que proveniente del corazón en una arteria cerebral. De hecho, la tercera parte de los ictus son cardioembólicos, es decir, que provienen del corazón. Sin embargo, la causa más habitual es la arritmia, llamada fibrilación auricular. Tiene una gran mortalidad y es la causante de los peores derrames.

A pesar de todo, podemos controlar y tratar algunos factores que podrían aumentar el riesgo. Podemos encontrar algunos a continuación:

• Uno de los factores con más probabilidades de provocar un ictus es la presión sanguínea alta.
• La nicotina y el monóxido de carbono causan daños en el sistema cardiovascular y por esto, dejar de fumar ayudaría a evitar el ictus.
• La diabetes, al estar relacionada a la presión alta, se suma a estos factores.
• Por otro lado, los diabéticos al tener colesterol alto y sobrepeso, también están en riesgo.
• Las enfermedades cardíacas también son un ejemplo de factor de riesgo, ya que, debido al latido descoordinado y rápido de las cámaras cardíacas aumenta las posibilidades.
• La muerte por trombosis puede ser causada, según expertos, por un clima extremo.
• El exceso de alcohol, la obesidad, los triglicéridos altos, la presión sanguínea, son causa de fallos cardíacos que pueden provocar un derrame cerebral.
• Las drogas consumidas por vía intravenosa aumentan el riesgo de sufrir un émbolo en el cerebro.

Indicios de un ictus 

El ictus es una enfermedad que ocurre de repente, por lo tanto, debe actuarse rápido para que sean mínimos los daños en el cerebro. Sin embargo, algunos de los síntomas podrían ser:

• Pérdida inesperada de fuerza en cualquier parte del cuerpo.
• Pérdida total de la visión de manera repentina.
• Cambio momentáneo en el habla o en la capacidad de entendimiento.
• Fuerte dolor de cabeza sin causa aparente.
• Caída brusca sin razón o fallo en el equilibrio.

Tratamientos para el ictus

Entre las diferentes formas de tratamiento encontramos los anticoagulantes para la prevención de los trombos. Otra, es tomarse el pulso y verificar si este no es arrítmico. En muchas ocasiones el ictus isquémico es de las primeras manifestaciones de la fibrilación auricular. Sucede cuando se deja una zona del cerebro sin riego sanguíneo, a causa de una arteria tapada. Por otra parte, cuando se rompe un vaso cerebral, y se provoca el ictus hemorrágico.

Derrame cerebral, ¿cómo prevenirlo? 

Hay diferentes maneras de prevenir el derrame cerebral. No obstante, la Sociedad Española de Neurología sugiere llevar una vida con hábitos saludables para evitar el ictus. Llevar una dieta equilibrada es una buena opción ya que disminuimos el colesterol y si a esto, le sumamos la limitación de grasas saturadas, evitaremos la obesidad. También se debe realizar ejercicio de forma usual. Las rutinas sedentarias pueden derivar otras enfermedades que, a su vez, provoquen derrames cerebrales.

El ictus, según el neurólogo Carlos Molina, es la primera causa de muerte en la mujer y la segunda en los hombres y asegura que es un “problema de salud pública”. Por eso, insiste en la prevención de la enfermedad, ya que es algo que se puede hacer desde la atención primaria.

También, declara que se deben prevenir las secuelas desde el punto físico y mental. Explica que el alzhéimer es un ictus a cámara lenta y que, por tanto, el factor de riesgo para el desarrollo y la progresión del alzhéimer es el componente vascular. Se tendrá un deterioro precoz y progresivo si se tiene un control de la diabetes y del resto de los factores de riesgo cardiovascular. El control de estos factores, retrasa la aparición de la demencia globalmente y previene el ictus.

En definitiva, no fumar o consumir alcohol son maneras de prevenir cualquier tipo de daño cerebral. Al igual que llevar un control de la tensión arterial de forma regular es muy importante, ya que, de ese modo sabrás qué tipos de cuidados debes tener habitualmente.

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