¿En qué consiste la criminología?

La criminología es una ciencia social de carácter autónomo que nace como una mezcla entre la psicología, la sociología y la antropología aplicadas al ámbito criminal y penal. Así pues, la criminología intenta dar respuesta a varias preguntas:

  • ¿Cuál es el perfil de un delincuente, cuáles son sus motivos, cómo actúa y qué lo propicia?
  • ¿Cuál es el perfil de una víctima y por qué tienden a serlo?
  • ¿Cómo han sido las circunstancias del crimen y qué patrones podemos reconocer?
  • ¿Cuál es la reacción social y jurídica ante un crimen y los mecanismos de prevención?

Los criminólogos llevan a cabo varios análisis psicológicos, cualitativos, cuantitativos, estadísticos y sociológicos para alcanzar conclusiones que den respuesta a estas cuestiones. 

De esta forma, la criminología puede trazar retratos psicológicos e identificar patrones de comportamiento y trasfondo. Sirviéndose de esta información, los criminólogos elaboran planes de reinserción social para delincuentes y prevención delictiva, así como colaboran con las autoridades para valorar la legislación penal.

Cabe mencionar que la criminología y la criminalística, aunque suelan utilizarse de forma intercambiable a pie de calle, no son lo mismo. Ambas estudian el crimen, pero desde diferentes perspectivas. A diferencia de la criminología, la criminalística estudia la escena del crimen, recaba pruebas y lleva a cabo análisis químicos y biológicos para sacar conclusiones cualitativas y cuantitativas.

Ramas de la criminología

A su vez, la criminología no es un ente indisoluble, sino que se compone de diferentes especializaciones. Al tratarse de un campo de estudio entrecruzado con otras disciplinas, sus ramas son variadas y originales.

Las ramas de la criminología son:

Antropología criminal

Este campo de la criminología está destinado a la perfilación criminal, es decir, de intentar establecer unas características comunes que definan a los delincuentes. Nace de la labor investigadora del criminólogo italiano Cesare Lombroso a finales del siglo XIX. En la antropología criminal, se intenta correlacionar determinados rasgos psicológicos, comportamentales e incluso físicos para identificar a los delincuentes.

Penología

Se trata de una ciencia penal que estudia las diferentes medidas jurídicas para prevenir y disuadir a potenciales criminales de cometer delitos. Así pues, esta ciencia estrechamente ligada al derecho penitenciario, valora la efectividad de medidas punitivas como la privación de libertad, las condiciones de ejecución de la pena aplicada y los efectos en el presidiario.

Psicología forense

Esta especialización más conocida se enfoca en el proceso mental y cognitivo del criminal. Es por esto que el psicólogo forense somete a los delincuentes a evaluaciones psicológicas para esclarecer sus motivaciones, su perfil psicológico y diagnosticar alguna posible turbación mental que pueda condicionar su conducta.

Victimología

Al contrario que la psicología forense, la victimología se centra en el papel de la víctima en el delito. El victimólogo examina cuál ha sido la conducta de la víctima antes, durante y, si cabe, después del delito. También estudia el derecho de las víctimas y su resarcimiento por los daños ocasionados. De forma más general, pretende dibujar un perfil de víctima e identificar grupos vulnerables con características comunes.

Cibercriminología

Sin duda, la rama más moderna de la criminología. Esta disciplina reciente y desconocida por muchos aplica los principios tradicionales de la criminología al mundo informático. De esta forma, el cibercriminólogo estudia el comportamiento de los ciberdelincuentes y también ayuda a prevenir ataques informáticos. Por ello, este perfil transversal debe poseer formación tanto en ciberseguridad como en criminología.

¿Qué estudiar para ser criminólogo?

Antes de lanzarte a estudiar criminología, debes meditar sobre si la investigación criminal es realmente tu vocación. Es un campo que requiere de mucho estudio interdisciplinar y de mantenerse actualizado. Más allá de esto, un aspirante a criminólogo ideal deberá tener unas dotes analíticas excelentes, así como capacidad organizativa, ser bueno trabajando en equipo y, en general, ser una persona muy enérgica e inquieta.

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