Panorama colombiano en la reactivación económica y el conflicto Rusia y Ucrania

En estos momentos de incertidumbre económica, debido a la crisis europea ocasionada por el conflicto entre Rusia y Ucrania; el abastecimiento de alimentos, el crecimiento de la inflación a nivel mundial y la alta variabilidad en los tipos de cambio, se han visto afectados en algunos países europeos, Latinoamérica, igualmente, no tiene muchas posibilidades para afrontar estas situaciones a largo plazo, ya que las modificaciones en reformas fiscales y políticas monetarias de la zona hacen que sea más incierto el panorama.

El caso de Colombia parece el menos alarmante, ya que la OCDE pronostica que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá un 6.1% en 2022, en cuanto al primer trimestre de este año aumentó en un 8,5%, respecto al mismo período del 2021 y se sitúa en un 1,0% por encima del trimestre inmediatamente anterior. Igualmente, la tasa de desempleo ha disminuido del 14,6% al 10,6% entre los meses de enero a mayo. Las cifras anteriores demuestran un buen comportamiento de la economía colombiana en general, presentando una caída solo en las actividades de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (-2,5%).

La caída de las actividades relacionadas con los alimentos se explica por el incremento en los costos de los insumos para los cultivos, menor producción de café y una desacumulación de inventarios de arroz. Aquí es donde más marcado se ve el impacto del conflicto entre Rusia y Ucrania, ya que a pesar de que el gobierno redujera aranceles a insumos, la gran mayoría no tenía aranceles, por falta de fertilizantes (aproximadamente un 20% provenientes de Rusia) no se lograría la misma cantidad de producción y esto terminará afectando los costos y aumentando la inflación.

No obstante, el golpe al sector no ha sido tan fuerte, ya que se ha visto apalancado con un auge en las exportaciones de productos tradicionales y no tradicionales, con crecimientos muy positivos para el café, el maíz, ganado en pie y aceite de palma, a EE.UU., Alemania y Países Bajos. El panorama no es tan negativo, ya que se han presentado alternativas como las exportaciones que permiten posibilidades para la producción agrícola.

Así mismo, la ANDI aseguró que no hay riesgo de desabastecimiento de insumo para cultivos, ya que en Colombia existen 13 plantas de producción de su formulación para la protección y nutrición de cultivos. No obstante, el reto a resolver está en la articulación logística para la cadena de suministro y la inflación galopante que sigue presente para los sectores relacionados con alimentos.

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